domingo, 30 de octubre de 2016

Sin identidad no somos nada, ONU.

Hace algunas semanas leí por internet, que la  ONU planea para el 2030 integrar microchips de identificación a todo el mundo, a causa del nuevo orden mundial. A primeras si esta noticia es veraz, los más valientes cuando les envíen la  notificación de inyectarse un controlador de por vida, gritarán a los mil vientos, que se lo pongan por el culo, quién haya ordenado esto.

La frase de que” la información es poder”, hoy en día nadie la valora. Para controlar o saber de  cualquiera,   ya no hace falta  regalar  una cámara encubierta, dentro de un oso de peluche.  Publicamos a cada instante con nuestro dispositivo móvil, financiado de nuestro propio dinero,  nuestros datos personales. Algunas publicaciones, nos dan hasta vergüenza ajena.  Pero ahí, en la nube están, a disposición de todo el mundo.  Sin ningún tipo de garantías ni derechos de uso, ni de propiedad intelectual.

Los más ilusos, que publican hasta la hora defecar se defienden, con que, los datos más importantes y determinantes son los que están en el Documento Nacional de Identidad,  hasta el momento ninguna red social se lo pide.  Sin embargo solo nos acordamos de él para justificarnos. Porque a todo el mundo le suenan estas palabras,  “No encuentro el D.N.I, pues  mañana  si no aparece, lo denunció y me lo vuelvo hacer de nuevo y fin del problema.”

El marrón  de la pérdida del documento no termina ahí. Nadie lo sabe, pero ese carnet perdido y denunciado, sigue teniendo efectos.  A pesar de tener un microchip como una tarjeta de crédito, no sirve para anularlo una vez instas la acusación. La denuncia solo sirve, para justificar que en ese momento no tienes en tu poder el rudis contemporáneo.

A las empresas que compran deudas, de las compañías que hacen documentos por medio de la contratación electrónica, les importa muy poco ese papel, que te sello la policía de tu ciudad o cualquier cuerpo de seguridad, autorizado. Se defienden con que hiciste muchos documentos, para no ser consciente. Además nadie  cree,  la historia de que no hiciste esas dirigencias, y que otro que vive a cuerpo rey, lo hizo por ti con tu D.N.I perdido por la calle.

Pero lo peor no es estar endeudado de la noche a la mañana, sin comerlo ni beberlo y  que  te persigan y amenacen con un juicio monitorio, por activa o por pasiva los supuestos acreedores. Lo más macabro es que  te  hagan  seguros de vida a tu nombre, que casualmente tengan de beneficiario a ese gallan, que te ha robado tu documentación,  para que al final te asesine, y cobre la gran suma del depósito.  Un peliculón americano de suspense, pero Ana Paéz ya no vive para ser nominada al óscar.

Si el microchip  que desea implantar la ONU,  sería incorrupto y no un quitamiedos como es el actual D.N.I. Además de avalar  nuestra identidad, también podría enviar ondas satélite, para saber nuestra localización exacta, en el supuesto de haber interpuesto alguien, una denuncia de desaparición hacia nuestra persona. No existirían ya, ningún negocio fuera  de la ley sobre el  tráfico de humanos, todo el misterio sobre Madeleine Mccann sería despejado.

Es más, podríamos pensar bucólicamente, que una documentación mundial, quitaría muchos pensamientos xenófobos y fronteras, pasado algunos siglos. Sin embargo, esta futura enmienda si se aprobará, su objetivo sería  una desviación de poder. Los datos para la gente que tiene el poder, son como  diamantes de sangre.

Por ello, a pesar de criticar tanto al D.N.I, él mismo tiene muchos mecanismos para demostrar la usurpación de identidad.  El propuesto por la ONU carece de estas herramientas, ya que no lo contempla con la premisa se ser inrobable.  Aún así con  un bisturí cualquiera podría extraernos el microchip, y borrarnos de la sociedad sin ninguna oportunidad de recuperar nuestra identidad.



domingo, 2 de octubre de 2016

El cáncer de la educación lingüística.

Estoy harta de  ver y oír por los medios de comunicación, el discurso de que se necesita con urgencia de que se “españolice” el sistema educativo.   Cualquier forastero pensaría al escuchar la palabra,  que se enseña todas las materias con alguna lengua extranjera exótica. No obstante la subjetividad de la expresión,  se refiere  a que tendría que ser obligado a enseñar  exclusivamente en castellano, cuando el estado español reconoce siete lenguas más como oficiales. Hoy me mojo sobre discriminación lingüística.  

Recordemos que el estado central,  cede a las  comunidades autónomas la  potestad de auto gobernación,   por medio,  de sus  Estatutos de Autonomía. Las  normas de institución básica, reconocidas en la Constitución Española,  abalan  la base normativa  y de organización del estado español. Por ello, cualquier comunidad autónoma  por su Estatuto tiene la obligación de enseñar y fomentar su propia lengua y cultura.  Considero que así, sí  se promueve el nacionalismo, que tanto se  dice, que se  necesita en la educación obligatoria del país.

Pero lo que más me incomoda,  es que  un idioma cooficial se haya insinuado, durante años, que impulsa a cree a sus hablantes en  ideologías terroristas. Los habitantes bilingües utilizamos las lenguas como cualquier otra persona,  para comunicarnos con otros usuarios de nuestro mismo argot, el mensaje que transferimos es independiente del idioma que nos expresamos.  

Si en España hubiera un  sistema educativo, que en verdad se preocuparía de educar a sus alumnos, en vez de hacer campaña electoral subliminalmente.  Aprobaría que se dieran obligatoriamente todas las lenguas oficiales del país. Así como dar la opción de elegir idiomas extranjeros que cada alumno prefiera, desde el principio de su enseñanza.  Cuando cualquier pupilo acabará su formación,  tendría que ser capaz defenderse con ellas, no como el inglés de mi época, que solo estudiaba para conseguir un aprobado y nunca he sido capaz de hablarlo con soltura.

Discriminar un idioma, no es realista ni pedagógico. Al fin y al cabo,  exigir aprender tantos idiomas  no solo se conseguiría “españolizar” sino que cualquier ciudadano tendría  la oportunidad de  escoger la lengua que se sienta más identificado.








viernes, 16 de septiembre de 2016

El incesto, un amor que acabó con gloriosas dinastías.

En el corazón nunca se puede gobernar, pero tener una relación pasional con alguno de tus progenitores, en mi caso y el supuesto de la mayoría, es un planteamiento inimaginable, es más nos repugna la idea.  A pesar de ello, siempre me he reflexionado si el sentimiento de rechazo  a este tipo de relaciones incestuosas,  se debe  por inculcarnos desde siempre, en nuestros  usos sociales,  leyes, moral  que es una  conducta prohibitiva  o nos  nace desde nuestra alma  innatamente. ¿Estamos programados para  querer a nuestros padres de forma sentimental?  ¿sí o no? Hoy me mojo sobre el incesto.

En el siglo de la gran liberación  sexual, ver besándose a dos humanos por la calle  de forma apasionada demostrando su amor, tampoco no tendría que estar mal visto, a pesar que son  madre e hijo. A mí personalmente, si alguien que conozco mucho tendría este tipo de relación, a primeras  no me entraría en la cabeza y me costaría  asimilarlo, pero  finalmente creo que lo aceptaría como todo.  Recordemos que no hace mucho, ver a dos personas del mismo sexo haciendo lo mismo, nos producía la misma negativa.  Parece que en este mundo, para alcanzar la verdad en la vida, debemos deshacernos de todas las ideas que nos han enseñado.

No obstante, este tipo de relaciones a lo largo de la historia han funcionado, como en el Antiguo Egipto. Los faraones siempre se casaban con sus hermanas, ellos creían que era una  forma de preservar la pureza  de su estirpe y convertirla en divina, es más se piensa que Tutankamón es hijo de su abuelo, concebido por la hija del  primer progenitor ascendente. Sin ir más lejos,  Lot un personaje de La Biblia se acostó también con sus hijas.   Aunque hoy en día sabemos que encamarse con parientes de primer, segundo o tercer grado cognaticio, nos da una descendencia no muy equilibrada, y si nos que se lo pregunten  a Carlos II de Austria.

 Se ha demostrado que las relaciones incestuosas  entre padres e hijos  cultivan un amor ciego, que al fin al cabo, el ser más posesivo y dominante de la relación (el padre o la madre) conseguiría hacer del otro un objeto sexual,  sin voz ni autonomía.  Porque el supuesto hijo o hija, jamás tendría la oportunidad de probar una vida independiente. Ni incluso creo que ni maduraría, porque nunca  se propondría  la decisión de formar un nuevo núcleo familiar propio.

Seguramente más de uno, ya no esté leyendo estas últimas líneas.  Pero  el daño moral, va más allá  del repudio colectivo como se ha demostrado. A lo largo de la historia, el incesto siempre ha estado en la vanguardia, se ha utilizado como estrategia para conseguir imperios y es un reclamo en las novelas románticas y de caballerías, además es  un gran cliché de las telenovelas todavía de hoy en día.

Pero nadie ha pensado, en que si se pusiera de moda como vendar los pies de las niñas japonesas, para que no se desarrollen durante toda su vida, por fetichismo  machista. El incesto derrumbaría todo nuestro mundo, sin armas nucleares, al crear futuras generaciones vacias moralmente y genéricamente sin mutaciones.







viernes, 10 de junio de 2016

Ochenta euros, pasaporte a la cárcel.

En esta segunda semana de junio, las redes sociales se han conmocionado, con el caso del chico que con ochenta euros fue condenado a entrar en prisión.  Millones de  usuarios han compartido la noticia, además de añadir su opinión.  La mayoría de las veces era la típica frase impulsada por el  derecho subjetivo, que comparaba el caso del condenado, con  los supuestos de corrupción estatal. Además su padre, defensor de lo imposible, se movilizó  para conseguir  el indulto de su  hijo prodigo, pero ¿realmente lo merecía? En hoy me mojo, comentamos la noticia.

En primer lugar, nadie va a la cárcel por robar ochenta euros. Tú que me estás leyendo, puedes robar al que está sentado a tu lado, esos ochenta euros y no  pisarás una celda.  Porqué hasta una cifra determinada no se considera robo, y si es un hurto, solo constará como un suceso acumulativo en tus antecedentes. Sin embargo, el mozo desvalido  no pensó en robar ochenta euros de la cartera  de su madre, o el típico robo con violencia del tirón de un bolso en la calle.

Él fue a más, porqué falsificaba tarjetas de crédito en conjunto con más personas.  Un acto  que penalmente, ya está muy penado, que es falsear un documento oficial.  Seguramente la tarjeta falsa, iba a nombre de un tercero. Que de paso, podía ser un individuo real o inventado por los amiguetes. De tal modo, ya cometen  usurpación de  la personalidad de un tercero.  Esto significa que están cometiendo actos a tu nombre, y de esos hechos hay consecuencias, que normalmente son deudas.

Imagínate, un día vas al banco y pagando tus facturas haciendo mil malabares, te dicen, Fulanito aquí debes dos mil euros. Y tú, no recuerdas haber tirado la casa por la ventana, sin comértelo ni bebértelo ¿qué cara se te pondría?. Sigo con la otra parte de la noticia,  el mochuelo tenía ayudantes para falsificar. Si lo ha cogido un fiscal con mala uva,  seguro que  lo ha acusado de crimen organizado, ya que da lugar a pensar que era una  banda.  

Parece que el chico de los ochenta euros, ya no es una doncella en apuros, sino más bien,  un lobo vestido de cordero.  Ahora están los que ya no apoyan tanto la liberación del ángel caído, pero siguen replicando que  los corruptos están  robando más y siguen en la calle.  Pues sí, los chorizos al mayor a todos nos  dan rabia e impotencia, pero somos seres racionales y tenemos que comprender, que es un supuesto diferente.

Sino  ¿de que sirvió el sacrificio que hicieron nuestros antepasados para conseguir un Estado de Derecho? Si al final damos a entender que nos parece más justo el ojo por ojo, a pesar de las vidas sacrificadas de aquellos que lucharon para liberarnos de las injusticias del Talión. La justicia no puede ser nunca aplicada por igual en diferentes supuestos, a no ser, que tengan alguna analogía. En estos dos casos no coincide nada, ni una metáfora podríamos formular.  

Lo que realmente nos crispa es que,   al popular muchacho  ya lo han sentenciado y los otros no. O ¿los medios solo dan importancia a lo que quieren? Con  esto me refiero, que todavía no he visto el ingreso a prisión, de un conocido condenado por corrupción como puede ser Fabra. Tampoco mis retinas han sido quemadas, viendo en algún medio filtrando imágenes de  vida cotidiana como interno. Sabemos todos que está en una prisión de Comunidad de Madrid.

Pero lo más surrealista, es que  en estos momentos, ya no venden al mozo como una víctima, si no, más bien, como alguien  que ha engañado a toda España, incluso a los periodistas, ellos que tienen el deber de averiguar la verdadera información. Pero parece que dan más importancia al cometido de  deteriorar a la imagen de alguien o la opinión pública del país, para sacar algún tipo beneficio de ello, que no tiene nada que ver con mantenernos informarnos.


Al final del cuento, todos buscan el  famoso enriquecimiento injusto, ni mozo desvalido, ni información veraz.  Todo está permitido en esta sociedad para darnos pan y circo, aquello  que nos mantiene distraídos, como hacían nuestros antepasados romanos. 


martes, 7 de junio de 2016

22, la Edad del Pato.



¡¡Hola Camaleones!!

Ya pensabais que me había olvidado de mojarme, lo cierto es que lo parecía. Desde que he cumplido veintidós años, parece que ese día vino un tsunami y se llevó todo al fondo del mar.  Primero perdí mis gafas, luego se me estropeo el ordenador.  Después de arreglar estas interferencias, me  dieron la noticia que había subido de dioptrías,  luego comprobé  que me había salido una cana y ya, del nerviosismo hasta arrugas en la frente tengo. 

Todo el mundo le hace gracia cumplir veintidós, con esa gracia del patito, patito.  Para mí desde que me dijeron esa pijada de los patos, pensé otra tontería para no admitir el paso del tiempo.  Lo cierto es que, hoy tendría que estar alegre, porque no seré tan joven como lo soy  ahora escribiendo, pero por otra parte, jamás he sido tan vieja como lo soy en este momento.

Tendré que ir al LIDL a comprarme la famosa crema antiarrugas y de paso pasarme por la caja del cajero liante, a ver cuáles son sus nuevas tácticas de venta.  Vivir es demasiado difícil como  para juntar a un espermatozoide y a un ovulo y ver la fusión que nazca.   ¿pero qué le vamos hacer?   Ya he nacido y quitarme la vida no es una opción.  Al fin y al cabo el gato murió de la curiosidad, aunque los modernos digan, que al ver la realidad se suicidio.

 Solo me queda  hablar con Fulanito, Menganito y mi amigo Fuckencio , sobre cómo se enfrentaron a los descendientes del pato Donald, y  de paso quitarme lo gafe que arrastro, desde que son parte de mi vida.  Pero algo me dice que ni la mitología apócrifa me salvará del futuro. En lo referente a mi pelo, creo que empiezo a comprender a las señoras de la menopausia del cuero cabelludo. Porque las canas no molan.  


Con todo esto ya no se sí volveré a comprar humo del amor o humo de la juventud, porque después de todo estas líneas sigues sin entender  si es peor la edad del pato o la del pavo.





lunes, 22 de febrero de 2016

Maltrato una bestia entre algodones

Maltrato, una palabra fea que a menudo sale de donde menos te lo esperas.  Sin embargo, cuando escucho esta palabra en mi mente enferma,  solo me viene la imagen de un fondo negro, con una señora con el pelo revuelto,  de piel alienígena, golpeada, luciendo hematomas más falsos que un duro sevillano, tapándose sus desganadas carnes, con  un vestido recto de color negro.  Lo más sorprendente de la estampa, es que a pesar del sufrimiento que representa, la maullada mujer,  tiene cara de poker.  La misma imagen  sale de mis subconsciente con cualquier tipo de maltrato, sea animal  (pues la señora con su gato), sea escolar (la señora con una mochila del cole)…etc.

Maltrato, una bestia que la sociedad, pretende que conozcamos entre algodones.  A menudo canciones,  que  intentan  elogiar el dolor sufrido por este rol , son burladas en los típicos trabajos  obligatorios y sin imaginación, que  cuatro hipócritas imponen a sus alumnos,  pretendiendo vagamente,  que capten la idea y no sean maltratadores.  Sin embargo, no es algo tan trivial como enseñar  a leer.   Tampoco el agravio no es solo, la escena de agredir a otro violentamente,  mientras de fondo alguien canta algo como “cambia, no te lo mereces”.

Maltrato,   es cuando tú mismo,  te humillas de forma subconsciente, pensando que mereces ese burdo trato.   No obstante Camaleón,  que me lees  y aunque parezca cruel, en la vida no nos merecemos nada, ya que todo,  aunque nos empeñemos en creer, que podemos provocarlo, todo en nuestra vida sucede. Oh a caso tu, cuándo tus padres te estaban concibiendo firmaste un contrato de querer vivir?

Maltrato, todo el mundo puede ser víctima o verdugo, independientemente de tu situación en el rol,  tienes un problema psicológico.  El martirizado de autoestima e dependencia emocional y el agresor de inferioridad e inseguridad. Así que no hay bando vencedor, solo damnificados y vidas rotas. En el mundo que vivimos hemos hecho novelas sobre narcos, femme fatales, asesinos, corruptos e incluso el mismo diablo, pero nunca he visto lo que siente un maltratador y que hay antes de las palizas o humillaciones.


Maltrato,  algo peor  que el insulto, porque demuestra, que a pesar de todos nuestros avances,  todavía no hemos podido matar al centauro  que llevamos dentro. 


domingo, 31 de enero de 2016

Carrus navalis do Carne levare

En épocas pasadas cuando Matusalén estaba dentro del vientre de su madre,  y creíamos que el vino y el buen comer era saludable.  Las gentes  pasaban  el día y noche en convite en convite, como si no hubiera un mañana.  A  Los dioses de la época, este frenesí  no les hizo mucha gracia, ya que éramos su mejor entretenimiento.  El  modo de vida tan de desfase,  a las deidades,  les ofrecía una visión gris de su particular programa de televisión.  

Así que llegaron a la conclusión, de que, tenían que tomar cartas en el asunto.   Tras mucho pensar, encontraron la  forma  de controlar a la población, sin renunciar al libertinaje,  compensando  sus  malos hábitos.  Entonces crearon el  primer calendario, que dictaba los días de desenfreno y días de ascetismo.   Aunque los dioses  prefirieron entregar su cronología a los  humanos, con la escusa de que  les concretaba las épocas de cosecha y los cambios del  tiempo.  

La primera festividad del año es carnaval, es una semana que se vive a todo dar en todo el mundo, como aquellas antiguas gentes.  Sea una época de austeridad o depresión, siempre habido una escusa para celebrar el festejo enmascarado.  Un gran ejemplo es el Medievo, que a pesar de que todo era pecado, tenían este bureo. Para  callar las bocas, de que era una fiesta de índole impudente, los más devotos cambiaron  el significado etimológico  alegando,  que carnaval viene de “adiós a la carne”, así empezar un período de ayuno para  ganarse un sitio al lado de la trinidad.  Lo cierto es que, era una escusa para permitirse  mostrarse tal y como eran los seres humanos,  con sus vicios y sus tintes negros, sin que nadie  los excomulgará.

Aunque lo que más impresiona es la escusa original,  los dioses de la  época de Enoc no pensaron tanto, para justificar el jolgorio.  Parece ser,  que el ser humano no tenía tantos reparos en aceptar hacer una cosa en un determinado tiempo, porque sí.  Por ello los dioses solo dijeron, que en estas fechas  Baco  os visita y va  por el mar con un barco, mientras pasa eso,  podéis copular como conejos y beber el vino como si sería agua. De ahí lo de carrus navalis.

Sea cual sea  las máscaras y los disfraces que nos pongamos, día a día  siempre nuestro ser más primitivo, ese que solo le importa saciar las necesidades más básicas y que  nos autodestruye poco a poco, con su brutal nivel de vida. Siempre conseguirá revelarse, aunque sea simplemente por  un segundo, porque es inevitable ser irracional, alguna vez. 


  


lunes, 18 de enero de 2016

A Diós rogando y con el parquímetro pagando.

La bula el documento mágico, que te eximía de toda culpa por tus pecados, o te concedía un privilegio a cambio de una gran suma económica acompañado a veces de algo más.  Ahora preguntas por la calle a los jóvenes y no saben lo que es, algunos chistosos dicen que es el peaje para subir en burro a la feria.  No obstante, la bula es el primer objeto que no cubre ninguna necesidad biológica,  y sus demandas son exageradas. Se podría afirmar que el documento pontifico empezó la moda del mercantilismo. Las  bulas  religiosas están desfasadas, pero las bulas como los virus mutan a la velocidad de la luz para sobrevivir.   

La  zona azul, la gran idea de alquilar a tiempo parcial el suelo público para aparcar nuestro vehículo, es la evolución de vender humo.   Como las bulas  su motivo  de ser  es,   hacernos la vida más fácil, una vida al volante  sin atascos y con aparcamiento libre, siempre a cambio de  la calderilla del monedero.   Sin embargo,  cuando trabajas en el centro de la ciudad, que casi siempre es  todo  zona azul, te das cuenta, que es una tarifa plana, que además  tu jefe no te paga.  Si eres vecino  tienes el mismo problema  y lo peor de todo es que,  los tiempos de la zona azul a veces no se ajustan a tu ritmo de vida. 

 Algunos  cansados del parquímetro van a protestar a su administración local, y reciben como respuesta la zona azul es un lugar para uso exclusivo para clientes y visitantes de nuestra localidad.   Pero  los que pagan  anualmente todos los impuestos y además el premiso de circulación en la  localidad determinada,  son los ciudadanos censados.  La administración  se olvida de que también tienen coche y necesitan aparcamiento, además sin ellos no habría que administrar.   Parece  que las intenciones de regular el aparcamiento, realmente como las bulas,  es llenar las arcas administrativas  prometiendo,  tendrás asegurado un buen hueco para tu vehículo. Cuando por vivir ahí ya lo pagas por tus impuestos. 

Como todos los negocios de humo evolucionan y se transforman, ahora podemos encontrar en casi todas las partes, las  zonas de colores o multicolor.  Las cuales, su objetivo es  ajustar el tiempo de aparcamiento a cada necesidad del conductor, además de dar una gran oferta de precios. Como las bulas primero eran para tener un lugar privilegiado al lado del todopoderoso.  Al final terminaron cobrando por cualquier necesidad religiosa, aún siendo creyente  que por serlo y cumplir con tus sacramentos, penitencias y dogmas de fe, ya tenías satisfecho lo que prometían  aquellos documentos.