Después de un tiempo sin mojarme, hoy es el día. En
este intervalo a pesar de que se me han presentado temas interesantes, y mucha gente ha echado de
menos mis entradas, no podía escribir.
Empecé a escribir para motivarme y practicar mi redacción, por algunos sucesos
que han pasado en mi vida varios de mis
últimos escritos, no me motivaban y solo mostraban el mal humor que sentía por
aquél entonces. La verdad mi blog en vez
de convertirse en algo que me liberaba,
me daba luz, se convirtió en algo
negativo en mi vida. Pero hoy vuelvo a estar lista para escribir, de hecho quiero
hacer hasta entrevistas este verano,
pero todo se verá.
Al fin después de mi preámbulo, hoy me mojo sobre el culto al cuerpo. He
estado meditando y en verdad ¿quién se beneficia con los trastornos alimentarios?
La respuesta es simple, la industria.
Tenemos anorexia porque la industria de la belleza
nos machaca con las tallas, solamente por que los diseñadores quieren ahorrar
en género en sus colecciones, por ello cada vez utilizan modelos más ratiquícos.
Pero ellos no consideran la gran
influencia que tienen en la gente de a
pie, al ver sus colecciones. Algunos fanáticos empiezan a obsesionarse, y piensan
que tiene que tener el canon de los ángeles de woman secret. No tienen en cuenta, que estas mujeres solo
viven por y cuando las pasarelas.
Por el lado contrario esta la obesidad, donde nos
torturan con el bajo en grasas y azúcares, cuando en verdad lo que nos vicia
son los potenciadores y cosas raras que ponen, solamente para vender. La bulimia amiga de los dos trastornos
anteriores, siempre viene cuando hemos conseguido nuestro propósito y todo el mundo, hasta la industria farmacéutica te vende que volverás
a recuperar esos kilos o a perderlos si no comes productos dietéticos, que
normalmente son sustitutivos.
Estoy cansada de ver que una acción tan vital como
es comer, sea tan maltratada y desvalorada, por una acción tan artificial y
material como es pagar. Que no nos
engañen, no comemos para alcanzar la felicidad, ni sentir emociones extremas,
difíciles sentir un lunes por la mañana.
La comida tampoco nos ayuda a enfrentar nuestros problemas del día a día, porque la
mejor forma de zanjarlos es encontrar su solución, como en las mates. La
función de esta sagrada acción de engullir es simple, darnos energía para
sobrevivir a lo que nos toque vivir.
Muchos nos han puesto en la cabeza que es una
cuestión de peso, pero en definitiva es una cuestión de actitud, porque la
motivación nos impulsa y la inspiración nos arrastra. Poniéndome siempre de
ejemplo, cuando no estoy pasando por mi mejor momento y pienso que nada vale la
pena. Soy egoísta porque la autocompasión me invade, y dejo de hacer actividades que me apasionan.
Además vuelvo
a comer bollería, prefabricados y todo lo que es pequeño y lleva más calorías que
un buen plato de pollo con patatas, y
que encima luego cuando hago el estrago, me siento más mierda que antes. Entonces la suma de todo eso, equivale que me
enemiste con la báscula suba enseguida 15kg. Por eso para mí, los kilos son una
consecuencia y no el objetivo central.
Me siento muerta en vida, porque ya no hago nada, ni
ganas tengo, y en ese momento me doy cuenta que en verdad mi estado físico no
es acorde con lo que siento o pienso que debería ser, me siento igual que alguien que sufre de
disformia sexual, porque yo misma me estoy rechazando con el pensamiento "esta no soy yo" cuando lo que tendría que pensar que solo soy una consecuencia de haberme dejado de querrer.
Pero en esos momentos nadie te dice deja de estar triste, deja de amargarte por tu estado físico, incluso si vas al médico, y es un especialista
con mala baba, enseguida concluye que lo que te pasa es por un trastorno,
normalmente por tener sobrepeso. Cuando
estás en esa consulta, te sientes como
si serías presa del kukusklan.Pero la realidad nada tiene que ver con tu estado
físico, ni que tengas sobrepeso, normopeso o infrapeso. Porque si tu
alimentación es basura, te sentirás un despojo y te conformarás, pero piensa
que el cuerpo como los pensamientos es una cosa cambiante.
Por ello levanto la
voz y me manifiesto en contra de la
industria que saca beneficio del sueño de tener un cuerpo perfecto, porque no nos dejan elegir ser quienes somos, solo nos obliga a ser algo que alguien dictó.
Muchas
publicidades bucólicas sobre todo lo referente al cuerpo, pero ninguna marca
pone un etiquetado fácil que se entienda.
Estamos en alerta sobre nuestra mala alimentación y el gobierno lo que
se le ocurre es elevar impuestos sobre las bebidas azucaradas para
enriquecerse, es que incluso creo, que fomentan más consumir este tipo de
alimentos, con el pensamiento "de por sus narices no consumiré esto". Pero nadie se le ha ocurrido bajar el precio en alimentos de
primera necesidad o frescos. que están por las nubes. Esta medida seguro que
favorecería agricultores, ganaderos, pescaderos y artesanos, que conocemos,
pero no interesa, porque cuatro pierden el loro del oro.
Por eso revindico, cambiar de decir “esto NO” para preguntar “¿Esto es
industrial?”. Con esto no digo que cambies la dieta, que vayas al gimnasio…etc.
Solo quiero que entiendas, que si te sientes mal, cambia y no escuches a nadie,
y menos alguien tan superficial que aconseja con voz pequeña, que sí adelgazarías te iría mejor en la vida,
porque no sirve de nada adelgazar o
engordar si no cambias de mentalidad y por ti mismo.
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