viernes, 5 de mayo de 2017

Mi verdad tras la mayor epidemia del S.XXI.

Después de un tiempo sin mojarme, hoy es el día. En este intervalo a pesar de que se me han presentado temas  interesantes, y mucha gente ha echado de menos mis entradas, no podía escribir.

Empecé a escribir para motivarme  y practicar mi redacción, por algunos sucesos que han pasado en mi vida varios  de mis últimos escritos, no me motivaban y solo mostraban el mal humor que sentía por aquél entonces.  La verdad mi blog en vez de convertirse en algo que me liberaba,  me daba luz,  se convirtió en algo negativo en mi vida. Pero hoy vuelvo a estar lista para escribir, de hecho quiero hacer hasta entrevistas este  verano, pero todo se verá. 

Al fin después de mi preámbulo,  hoy me mojo sobre el culto al cuerpo. He estado meditando y en verdad ¿quién se beneficia con los trastornos alimentarios? La respuesta es simple, la industria.

Tenemos anorexia porque la industria de la belleza nos machaca con las tallas, solamente por que los diseñadores quieren ahorrar en género en sus colecciones, por ello cada vez utilizan modelos más ratiquícos.  Pero ellos no consideran la gran influencia que tienen en la  gente de a pie,  al ver sus colecciones. Algunos  fanáticos empiezan a obsesionarse, y piensan que tiene que tener el canon de los ángeles de woman secret.  No tienen en cuenta, que estas mujeres solo viven por y cuando las pasarelas.

Por el lado contrario esta la obesidad, donde nos torturan con el bajo en grasas y azúcares, cuando en verdad lo que nos vicia son los potenciadores y cosas raras que ponen, solamente para vender.   La bulimia amiga de los dos trastornos anteriores, siempre viene cuando hemos conseguido nuestro propósito y  todo el mundo,  hasta la industria farmacéutica te vende que volverás a recuperar esos kilos o a perderlos si no comes productos dietéticos, que normalmente son sustitutivos.

Estoy cansada de ver que una acción tan vital como es comer, sea tan maltratada y desvalorada, por una acción tan artificial y material como es pagar.  Que no nos engañen, no comemos para alcanzar la felicidad, ni sentir emociones extremas, difíciles  sentir un lunes por la mañana. La comida tampoco nos ayuda a enfrentar   nuestros problemas del día a día, porque la mejor forma de zanjarlos es encontrar su solución, como en las mates. La función de esta sagrada acción de engullir es simple, darnos energía para sobrevivir a lo que nos toque vivir.

Muchos nos han puesto en la cabeza que es una cuestión de peso, pero en definitiva es una cuestión de actitud, porque la motivación nos impulsa y la inspiración nos arrastra. Poniéndome siempre de ejemplo, cuando no estoy pasando por mi mejor momento y pienso que nada vale la pena. Soy egoísta porque la autocompasión me invade,   y dejo de hacer actividades que me apasionan.

 Además vuelvo a comer bollería, prefabricados y todo lo que es pequeño y lleva más calorías que un buen plato de  pollo con patatas, y que encima luego cuando hago el estrago, me siento más mierda que antes.  Entonces la suma de todo eso, equivale que me enemiste con la báscula suba enseguida 15kg.   Por eso para mí, los kilos son una consecuencia y  no el objetivo central.

Me siento muerta en vida, porque ya no hago nada, ni ganas tengo, y en ese momento me doy cuenta que en verdad mi estado físico no es acorde con lo que siento o pienso que debería ser,  me siento igual que alguien que sufre de disformia sexual, porque yo misma me estoy rechazando con el pensamiento "esta no soy yo" cuando lo que tendría que pensar que solo soy una consecuencia de haberme dejado de querrer.  

Pero en esos momentos nadie te dice deja de estar triste,   deja de amargarte por tu estado físico,  incluso si vas al médico, y es un especialista con mala baba, enseguida concluye que lo que te pasa es por un trastorno, normalmente por tener sobrepeso.  Cuando estás en esa consulta, te sientes   como si serías presa del kukusklan.Pero la realidad nada tiene que ver con tu estado físico, ni que tengas sobrepeso, normopeso o infrapeso. Porque si tu alimentación es basura, te sentirás un despojo y te conformarás, pero piensa que el cuerpo como los pensamientos es una cosa cambiante.

Por ello levanto la voz  y me manifiesto en contra de la industria que saca beneficio del sueño de tener un cuerpo perfecto, porque no nos dejan elegir ser quienes somos, solo nos obliga a ser algo que alguien dictó. 

Muchas publicidades bucólicas sobre todo lo referente al cuerpo, pero ninguna marca pone un etiquetado fácil que se entienda.  Estamos en alerta sobre nuestra mala alimentación y el gobierno lo que se le ocurre es elevar impuestos sobre las bebidas azucaradas para enriquecerse, es que incluso creo, que fomentan más consumir este tipo de alimentos, con el pensamiento "de por sus narices no consumiré esto".  Pero nadie se le ha ocurrido bajar el precio en alimentos de primera necesidad o frescos. que están por las nubes. Esta medida seguro que favorecería agricultores, ganaderos, pescaderos y artesanos, que conocemos, pero no interesa, porque cuatro pierden el loro del oro.

Por eso revindico, cambiar de decir  “esto NO” para preguntar “¿Esto es industrial?”. Con esto no digo que cambies la dieta, que vayas al gimnasio…etc. Solo quiero que entiendas, que si te sientes mal, cambia y no escuches a nadie, y menos alguien tan superficial que aconseja con voz pequeña, que  sí adelgazarías te iría mejor en la vida, porque no sirve de nada adelgazar  o engordar si no cambias de mentalidad y por ti mismo.









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