lunes, 6 de julio de 2015

De lo putativo vino Pepe.

Llevar dentro de ti una personita durante  9 meses y alúmbralo, para mí, es la experiencia más grande que  una mujer puede vivir. Hoy me mojo, sobre formas de embarazo.

Hace años la pregunta del millón cuando te quedabas embarazada  era, tenerlo o no tenerlo. Pero  en la actualidad las futuras mamas se preguntan,  dónde tenerlo.  Parece que hasta la medicina y la ciencia son castigadas por ocultar información, ya que muchas mujeres se empeñan en dar a luz fuera del ámbito quirúrgico.  Sus argumentos son que  buscan tratos más personalizados y que en ese momento tan vital,  necesitan estar en su hogar. 

Sin embargo  son razones muy vagas, porqué la verdad es que las futuras mamas,  que deciden parir fuera de un quirófano, es  porqué, algunas prácticas para sacar al feto no corresponden a la sofisticación de la era de la tecnología, como puede ser la maniobra de Hamilton.  Tampoco  se comprende porqué al mes se tiene que dejar de dar el pecho,  si produces leche es por algo. Aunque ahora la sociedad  vea con más buenos ojos, a un bebé de un año tomándose un refresco, que la teta.Parece que últimamente hasta los médicos tienen gatos encerrados, al fin y al cabo, la maternidad es  la consecuencia más vieja del mundo, y  no tendría que a ver ningún tabú. 

Las desconfianzas por parte de los futuros padres  han  hecho  restaurar  la figura de las doulas, coaches del embarazo.  Lo primero que se piensa es que son enfermeras o matronas que te acompañan  24h durante los 9 meses.  Pero no, son personas que la mayoría han estudiado en otros campos muy diferentes a la de la ginecología y te aconsejan lo que puedes hacer  mientras esperas, además sus servicios incluyen un parto en casa con pocas garantías sanitarias.   Lo más extravagante del  recobrado  trabajo es que, cuando estás  dando a luz a pelo   muchas de ellas, si quieres, te guisan hasta tu  propia placenta, para tenerla de recuerdo en el congelador de casa, o directamente comértela.   

No debemos olvidar que los adelantos médicos, han servido para aumentar nuestra natalidad y que la epidural o las cesarías, han evitado muchas veces un trágico final.  Parto quirúrgico o parto al natural,   son decisiones  tomadas pensando en lo mejor para nuestro  bebé.  Pero parece que,  todas las formas de dar a luz se preocupen más de cosas ajenas a la buena praxis.  No niego que los 9 meses no sean vitales para que la cigüeña venga, pero no influyen en nada en como  esa nueva personita actué en el futuro,  o que circunstancias tendrá que enfrentarse.  Como dice aquél gran pintor de palabras,  “que importa preparar tantas florituras  para un día que  conmemora algo, si los días que has vivido para ello han sido grises.” 


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