viernes, 26 de junio de 2015

La decisión de Eva: Con piel o sin piel.



Cuando éramos pequeños siempre pedíamos a nuestra madre, que nos pelará y cortará la fruta. Ella siempre nos concedía nuestro deseo, aunque cuando estaba cansada siempre nos decía “tendrías que comer la fruta a mordiscos y sin pelar, porqué ahí es donde están casi todos los superpoderes de la fruta”.

A pesar del aval científico, de que la mayor concentración de vitamina y esas cosas tan beneficiosas para nuestro cuerpo, está en la dermis del producto agrícola. Nunca se piensa en el debate, la aplicación de productos fitosanitarios durante la trazabilidad de la fruta. La realidad es que cualquier pieza frutal tan bella y artificial que nos comemos cada día es dopada desde antes de su existencia.

El objetivo principal de utilizar sustancias químicas, es que los frutos no sean afectados por bichos. No obstante su trasfondo, es que también se aplican productos para la conservación de la fruta, como ceras que a su vez, dan una bonita pinta, como las manzanas de la bruja de Blanca Nieves, así también se venden más rápido.
Pero lo que no podemos permitir es que enveremos a toda la biodiversidad, solo porqué una especie le dan asco encontrase bichos, o crean que una marca de algún agente climatológico estropea el sabor de su comida. Aunque lo más triste es que, se prefiera comer por los ojos que antes por la boca, ya que, aquellos ejemplares feos van directos al contenedor y no sirven ya, ni para hacer abono.

No somos conscientes de que el sector más mortífero por su mala praxis, es ese que presume ser la base de una vida sana. Tenemos que concienciarnos, de que muchas mezclas sinteticas que el agricultor ha utilizado como polvos mágicos, han sido las causantes de algunas mutaciones genéticas desfavorables a todas las especies. Pero lo más sádico, es que el mismo labrador por su gran exposición a la locura química, se ha provocado enfermedades muy raras detectadas a largo plazo, y pueden ser trasmitidas en su herencia genética. Silenciosamente cada fruto, es como un diamante de sangre, pero recolectado en el mismo Chernóbil.

Hoy en día, seguramente Eva la primera mujer de la tierra, dudaría de morder tan espontáneamente el fruto prohibido, sabiendo todo eso. Porqué la piel de la fruta es más que una superficie para abrillantar, ya que, este tejido vegetal esta creado para actuar como un envase natural. Visto lo tóxico del sector prefiero cortar por lo sano y pelar cualquier fruta.





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